miércoles, marzo 29

La vida en Lima en el Siglo XIX

Después del desayuno qué consiste invariablemente en una taza de chocolate con pan, seguida de una abundante libación de agua fresca, la familia se dirige a misa; una esclava la sigue llevando alfombras sobre las que las damas se arrodillan durante el oficio, porque en las iglesias no hay sillas ni bancas. Después de misa se acostumbra ir en carruaje a los baños que se encuentran aproximadamente a un tercio de legua de la ciudad, y a los que se llega por una bella Alameda a lo largo de las riberas del Rímac. En verano se ven concurridos por una multitud de damas que permiten que los hombres les hablen en la puerta mientras que ellas disfrutan de los placeres del baño. 

Paisaje de luna desde el Puente de Piedra, Acuarela de J. Prendergast, 1885. Incluida en el álbum de M.A. Went.

sábado, marzo 11

Lima, la ciudad de las oportunidades perdidas

Este no es un articulo objetivo. Pueden prescindir en este momento de leerlo y pasar a otra cosa mas importante que puedan encontrar. Este articulo puede ser repetitivo -cuantas veces se ha hablado de lo mismo-, pero surge por que nada se hace por cambiar las cosas. Este articulo intenta ser una reflexión pero ante todo es una catarsis de nuestra realidad patrimonial.